A la distancia.

Sueños de un encuentro, un amor que nace entre las líneas de un chat… Tal vez se condenen a vivir enamorados de lo que se escriben, tal vez algún día unan sus almas y se puedan dar todos los abrazos y besos que se han prometido.

Abrazos y besos de papel, fotografías, llamadas y miles de carcajadas pero ningún encuentro, ¿Cómo sobrevive así un ‘amor’?

A lo mejor es sólo esa fantasía de sentir que le importas a alguien, no quedarte atrás cuando tus amigas o amigos hablan de sus parejas, la ilusión de alimentar un sueño o, por otro lado, la adrenalina que da pensar en cómo será el primer encuentro.  ¿Cuánto tiempo puede mantenerse una relación después de ese, tan anhelado, primer encuentro?

Sin conocer sus costumbres, el roce de sus manos suaves o ásperas, cómo puede pasar de lo dulce a lo apasionado o si se queda sólo en uno de sus extremos, si se pueden acoplar el uno al otro… Y entonces ahí se empiezan a romper promesas, a acabarse la magia y destruirse aquellos sueños que día a día se habían alimentado, tal vez por unos meses, tal vez durante años…