sábado, 21 de agosto de 2010

El lobo come ilusiones...

Se comió mis ilusiones...
Recuerdo que cuando era niña le tenía mucho miedo a la historia de caperucita roja, corría cuando mis primos me decían que me la iban a contar, me aterraba la idea de que existiera un “lobo come abuelitas” y se convertía en mi peor pesadilla… Luego fui creciendo y eso ya no me asustaba, comprendí entonces que las brujas, los fantasmas y los “lobos come abuelitas” estaban en cuentos y en la boca de quien los contara, M E N T I R A… si existen, solo lo escribí para que se viera bonito y parezca que la niña mimada ya creció, pues no! Aun soy mimada, terca, testaruda, llorona… existen las brujas disfrazadas de amigas tiernas y consejeras, se hacen pasar por nuestra segunda mamá pero al más mínimo descuido te dan una puñalada por la espalda, cuentan todas tus tragedias y locuras; existen los fantasmas, detrás de cada uno de los recuerdos o “las cuentas mal saldadas” queda un fantasma rondando nuestros sueños, nuestra tranquilidad, están en todos lados; y los “lobos come abuelitas”, no se comen a las abuelitas pero se devoran las ilusiones despiadadamente, termina con tus sueños y muerde tus entrañas con el filo de sus dientes, desgarra tu piel y te deja al desnudo, temeroso y queriendo comprar un escudo impermeable, por donde no pueda pasar nadie más, ni una bruja, ni un fantasma y mucho menos un “lobo come ilusiones”…

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