lunes, 10 de octubre de 2016

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-Uno ama cuando a pesar de todo siempre sigue ahí, preocuparse por el otro, llamar para saber como está, dar los buenos días o las buenas noches. Incluir al otro en todos los planes de la cotidianidad; estar siempre que el otro esté mal, no tener ojos para nadie mas, hacer todo lo que al otro le gusta para hacerlo feliz.
-Yo pienso en cambio que hay que ponerle límite a ese "a pesar de todo", amor no es sinónimo de sumisión. En mi concepto de amar el otro no se convierte en una preocupación, yo no me preocupo por el otro, me importa lo que le pase y trato de contribuir, pero no le cargo nunca los problemas. Para mi amar tampoco es llamar para dar los buenos días o buenas noches como una costumbre o rutina predeterminada, amar es hacer lo que a uno le nace, sin seguir un libreto. Amar es entender que a veces el otro está mal y quiere estar solo, respetar espacios, alejarse sin volverse carga y entender que eso no quiere decir que el otro no lo ame a uno. Amar no es taparse los ojos, ¡hay otros muy guapos! Pero es comprender y valorar la diferencia entre mirar y admirar, a quien se ama se admira. Amar no es transformarse en lo que otro quiere o le gusta para "hacerlo feliz", es ser y continuar siendo, construirse mutuamente y fluir, con las múltiples diferencias que los hace especiales, no es ser uno, no es ser dos que se convierten en uno, es seguir siendo dos. Pero lo mas importante, amar es entender que si yo amo al otro eso no quiere decir que el otro me tiene que amar a mi, tiene derecho a irse en cualquier momento, porque para mi el amor acerca pero no amarra. 
-Usted nunca ha amado de verdad.
-Si, un par de veces.
-¿Y que pasó?
-Tenían un concepto del amor parecido al suyo y muy diferente al mío. 

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